A diario, en Pitma Solar, tratamos con numerosas personas, particulares, profesionales o directivos de empresas, con el objetivo de avanzar en sus proyectos de autoconsumo fotovoltaico. En ocasiones surgen dudas en cuanto a las ventajas reales, más tangibles, de apostar por este tipo de fuente de energía para el suministro eléctrico de sus hogares, sedes o edificios. Hoy queremos destacar las ventajas más significativas de instalar placas solares.
En primer lugar, hay que señalar un hecho común y general: con la instalación de placas solares para autoconsumo es posible cubrir parte de la demanda eléctrica de un punto de suministro con energía la energía generada por dicha instalación. En concreto, las placas solares fotovoltaicas permiten producir electricidad a partir de la energía captada del sol. Estos paneles transforman la energía solar en electricidad lista para consumirse.
Ahorro en la factura de la luz
Esta es, probablemente, la ventaja más llamativa. La inversión inicial que supone realizar esta instalación puede parecer elevada, pero se ve compensada y recuperada en los primeros años de vida de todo el sistema. Con la situación de precios del mercado (conocido como ‘pool’), el plazo medio para recuperar la inversión (o ‘payback’) está entre los 3 y 5 años, dependiendo de la zona geográfica y del tamaño de la instalación.
Proyecto subvencionable
Con el objetivo de acelerar la transformación en el modelo energético y apoyar las iniciativas para incorporar el autoconsumo fotovoltaico al sistema, existen diferentes programas de ayudas y subvenciones promovidas por diferentes administraciones públicas, desde el Gobierno a ayuntamientos, pasando por comunidades autónomas, provincias, confederaciones o agrupaciones locales. El acceso a estas ayudas difiere en función de la fuente, y es recomendable estar correctamente asesorado por profesionales del sector para que su tramitación sea óptima.
Energía limpia y respetuosa con el medio ambiente
Producir energía eléctrica para autoconsumo a través de placas solares contribuye a la disminución de gases de efecto invernadero, y evita la emisión de cualquier otra sustancia que pueda perjudicar al medio ambiente. La huella de carbono para la producción, transporte y puesta en marcha de los componentes de las instalaciones solares de autoconsumo es mucho menor que la asociada a la energía generada, si ésta fuese generada a través de fuentes convencionales.
Sostenible en el tiempo
Las instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo requieren un correcto mantenimiento que garantice su funcionamiento al 100%; por lo general, y lejos de la creencia popular, una revisión y limpieza al año suelen ser más que suficientes para lograr ese objetivo. Esta realidad, unida a que los componentes principales (módulos fotovoltaicos, inversores y baterías) cuentan con periodos largos de garantía (entre 10 y 25 años según el elemento), hace que el mantenimiento sea sencillo, rápido y nada costoso para el usuario final.
Alta disponibilidad
El sol es la fuente de energía de las instalaciones fotovoltaicas. Puede parecer una obviedad, pero está disponible en todo el planeta. Aunque es recomendable realizar estas instalaciones en lugares donde se disfrute de muchas horas de sol al día, no es imprescindible la incidencia directa de rayos de sol sobre las placas, que reciben radiación solar incluso en días nublados. Por ello, mientras haya luz diurna, la generación energética está garantizada.
Producción sostenible y renovable
Unido a la idea anterior, es importante recordar que la solar es una fuente inagotable de energía. Esto hace que las placas solares supongan una solución tecnológica eficiente contra el cambio climático o, en otras palabras, sostenible.